Acá está escrito mi sueño

 






14 de octubre de 2023

    Soñé que mi hijo movía de lugar la puerta de su habitación, esa que permanece siempre cerrada y es un símbolo de su vínculo con el exterior. Yo la veía cerrada, pero más hacia adentro de su habitación, era una imagen prolija, bien hecha, como por un albañil profesional, todos los detalles cuidados, bien terminados. La puerta cerrada pero en otro lugar, desplazada hacia adentro, como achicando el espacio de la habitación. En el pasillo íntimo en el que confluyen el resto de las habitaciones y los dos baños, él había colocado su placard, sacándolo de adentro de su pieza y ubicándolo temporariamente allí. Yo no entendía lo sucedido, porque el mueble estaba atravesado, como en una transición, como si lo hubiera puesto ahí por un rato, hasta tomar una decisión o saber qué hacer con él. El mueble es grande, ocupa toda una pared cuando lo diseñé para la habitación de mi hijo, quería que adentro de él entrara todo lo que él quisiera poner, no sólo ropa porque era excesivamente grande sólo para ropa. Entonces él colocaba sus artículos de hacer deporte, papeles, su mochila, y no sé cuántas cosas más, de tal modo que todo quedaba ordenado dentro del mueble, que tenía muchos compartimentos y cajones. En cierto momento Mate me habla y me explica que sacó el mueble para limpiarlo y secarlo, entendí que tenía humedad, me dijo "fijate que lisito y suave que quedó" y dijo también que corrió la puerta de lugar para que el placard quedara afuera de su habitación y no adentro, o algo así, esa parte no la recuerdo bien, pero sé que el cambio de la puerta lo hizo para reubicar los muebles y solucionar la humedad del placard. Era una movida rara e intensa, él la había hecho solo sin ayuda ni aviso, y yo había visto los resultados directamente, porque el proceso había sido muy en lo personal, un secreto, todo discreción y silencio.

    Después de toda la reacomodación de su habitación, él se viste de blanco, con un traje y sale a la vereda de la casa, pone un sillón o algo similar y me llama para que nos saquemos una foto. Me dice que es por un evento o celebración donde él no estuvo y no pudimos fotografiarnos juntos, así que ahora quiere hacerlo. Hay alguien más en la escena, no sé si es mi madre, está borroso y no lo puedo distinguir, pero creo que él también invita a alguien más. Yo entro a vestirme para la foto, pero no puedo evitar un pensamiento que me acompaña mientras lo hago y es la pregunta por qué ahora, es tarde, es de noche, tanto tiempo después...No obstante son cuestionamiento con los que no termino de estar de acuerdo, siento que me abordan, que me hacen dudar, pero no los quiero, deseo que no me impidan ir a vestirme e ir a sacarme la foto con mi hijo vestido con un traje blanco, sentado en un sillon, de noche, en la vereda de la casa. El momento es extraño, extemporáneo, pareciera fuera de contexto. Pero yo quiero ir igual, porque él ya está sentado y vestido esperando, no me quiero demorar y me voy adentro de la casa a vestirme, que los pensamientos no me frenen, quiero estar con mi hijo no me importa la noche ni el tiempo, que no sienta él que pienso que es tarde. Esos pensamientos no me pertenecen.

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